Tecnoadicciones y Videojuegos en Niños.
- Franco Darío
- 10 jun 2019
- 2 Min. de lectura
El videojuego genera placer como cualquier otra actividad, aunque existe la posibilidad de que se convierta en un abuso. Pasar de una etapa de uso a una de abuso no sucede por arte de magia.
A continuación las etapas y sus características.

En primer lugar, se encuentra la etapa de uso adecuado y gratificante, donde el niño utiliza a los videojuegos como una herramienta de divertimento, de recreación y para compartir ese espacio con otros niños o sus propios padres.
El segundo lugar pertenece a la transición de uso a abuso, cuando se relaciona la situación vivencial del niño, los obstáculos y desafíos a los que se ve sometido, desde el medio externo y en su interior, el vínculo que tiene con sus padres, el entorno familiar, escolar y el entorno social.
La tercera etapa es la de adicción, donde se muestra una dependencia comportamental por jugar más tiempo de lo normal, poniendo al costado necesidades y actividades más importantes como dormir y comer, dar un paseo, o realizar un deporte.

Consecuencias de la tercera etapa (cambios comportamentales).
Ansiedad antes del juego y en el transcurso
Irritabilidad cuando es interrumpido al jugar.
Elevar el tiempo de juego cueste lo que cueste.
Retracción del mundo externo.
Deterioro de los vínculos cercanos
Aislamiento.
Bajo rendimiento escolar.
Cambio de humor, distorsión del tiempo
Falta de sueño y ejercicio físico.
Ahora que tenemos en claro los problemas, veremos las prevenciones.
El físico y educador David Griffiths propone las siguientes medidas:
Situar el ordenador o la consola en un espacio común: para facilitar la interacción con los padres y estos controlen las actividades de sus hijos.
Informarse sobre la clasificación por edades según el contenido (nivel de violencia, edad mínima, etc) regulado por las normas PEGI en Europa y ESRB en Estados Unidos, antes de comprar un videojuego.
Uso de páginas web informativas como canales de información acerca de los videojuegos, canales de YouTube, para conocer en detalle las características del juego.
Compartir la oportunidad del espacio de videojuegos con los chicos, y así enseñarles los valores que transmiten, además sirve para enterarse qué les gusta, qué hacen y a qué juegan.
Limitar el tiempo de juego: pactar el tiempo de juego y concientizarlos sobre cuanto pasan jugando.
Colocar limites adecuados y con tiempo suficiente: la ausencia de límites con la ilusión de permitir mayor libertad, o la puesta de límites, generan la creencia de mayor control y esto deriva en resultados negativos.

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